La leche materna es el alimento más completo para el recién nacido, el único que proporciona todos los nutrientes esenciales, en las cantidades necesarias y en equilibrio para un óptimo ritmo de crecimiento y maduración.

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La OMS recomienda la LME durante el primer semestre de vida del recién nacido, sugiriendo el seguimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.

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En España, según la Encuesta Nacional de Salud realizada en el 2017, el 74% de los lactantes recibieron LME durante las seis primeras semanas (1,5 meses) de vida. Sin embargo, a los 3 meses esta cifra desciende hasta un 64% y a los 6 meses únicamente el 34% de los lactantes continúan siendo alimentados con LME.

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Mucho de los abandonos de la LM son debidos a las falta de herramientas y conocimientos frente a posibles dificultades con la misma.